jueves, 5 de febrero de 2009

Mujer es.

Amanecí herida con una triste mirada perdida.
Busqué en el viento un vano reflejo de esas palabras de amor.
Tuve el valor de abordar una batalla,
de encarar con lágrimas esa mano que se alzaba.
Fui una guerrera sin armas pero con razones
para matar tu esperanza de mi derrota anunciada,
de nuestra victoria pactada.
Vuelvo a caer entre mortales abrazos,
en ese vendido júbilo que me das
para así escuchar inventadas alabanzas,
mágicos besos como un bálsamo de la amargura.
Prefiero morir sin alimento,
caer rendida en la tierra
y con el tiempo cubrirá mi viejo cuerpo transtornado,
con retoños que prometerán recordar aquella alegría
que no fue parte de una mentira.
El dolor que persiste como crónica enfermedad
alimenta mi espíritu
para no fracasar en encontrar
una sonrisa, la felicidad.
Creative Commons License
This work is licensed under a Creative Commons Attribution-NonCommercial-NoDerivatives 4.0 International License.