martes, 18 de mayo de 2010

Mujer

Mujer,
entre tus labios
se encuentra el monte
más árido que la sed ha encontrado
por eso no hay líquido
que forme una gota
y caiga.

La sed no ha sido saciada.

Mujer,
¿Cuál estrella,
múestrame,
brilla como tu cuerpo?
¿Por qué existes
desnuda
dentro de nuestro universo?

Té de ti.

Quisiera cual amuleto
llevar tu corazón en el pecho.
Es cierto que uno tenemos,
ese es el que yo quiero.

Como cuando sales del mar
un té de ti.
Te añoro, por la noche
por el día, te extraño.
Te veo, recostada en la cama,
por lo menos, te recuerdo.
Te sientas a mi lado
láminas de aquél sábado
feliz, sonriente, eterna.
Allí estás tú
a un lado de mí.
Té de ti.
Tu escencia disuelta en agua.

Plutón solo sueña al sol.

Si pudieras ver
en mi interior
como otoño
deshoja mi alma.
Cuando floreció:
fulgor, un sol,
serena primavera.
Si pudieras ver
mis cicatrices
por querer ser
como el dinero
cuando riquezas
verano sembraba.
Si quisieras ver
en tu interior:
mi exterior
como Plutón sueña al sol.

Solo segundos.

Olvidar es fácil,
es natural.
Recordar es complicado,
es añorar y sufrir.
Allá tu retrato en la pared
de lejos: un simple papel,
Pero qué duro es,
de cerquita, volverlo a ver.

Del cielo a la tierra.

Del cielo a la tierra
existe una distancia
que no conoceré jamás
como del sepulcro
a los besos
solo hay lágrimas al azar.
Tantos cúmulos, tu espectro,
aparece tu rostro siempre bello,
siempre nuevo
pero el nuestro,
el nuestro envejeciendo
(porque un año tiene tantos segundos exactos)
Desde el centro de la tierra
a la primera estrella
convertidos en astronautas
advierten los viajeros (los deseos)
un año luz es un misterio
desde el fondo de la tierra
de la tierra de lo profundo
de lo profundo de mi cuerpo
de mi cuerpo en el abismo
en el abismo que habito
del cielo a la tierra.

Lluvia

Ha regresado la melancolía
y su séquito incontable
líquidas consonantes.
Han regresado las tardes
que no distinguen al sol
ocultándose lentamente
entre nubes y valle.
Ha regresado el sonoro
ronquido del cielo
a plena luz, a medio vuelo:
estrepitoso andar de las nubes
en ese mar aéreo.
Orquestada sinfonía
las gotas en agonía
oculta tristeza
cuando golpean
sin suerte mi cabeza.
Has regresado, lluvia,
más de un grano de arena te espera
más de un hombre y yo
que acabes con la condena:
sed insaciable y mil de penas.
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