Alguien escribió un poema,
esa noche cogió tristeza
la desechó con presteza
y entonces cayó en dilema:
¿Será el valiente desdichado
quien conquista una cima
y, que invulnerable al clima
se vuelve un cobarde amado?
Encontes suspiró al olvido,
se animó a tomar la pluma
continuar y quedar perdido.
En perenne oscuridad alma
tu fugaz júbilo enriquecido
se extingue brillante flama.